Deporte

“El entrenamiento no trata con un objeto, sino con el espíritu humano y con las emociones humanas”.

Bruce Lee

Un/a deportista de alta competición afronta situaciones determinantes: como lanzar un penalti o unos tiros libres en una final, o ejecutar un salto o un descenso en los juegos olímpicos. No es de extrañar que en estos momentos cruciales la tasa cardíaca aumente, las palmas de las manos transpiren más de lo esperado, la atención se disperse y los músculos se tensen.

Estos procesos fisiológicos responden a los pensamientos y emociones que generamos, las cuales están relacionadas con posibles errores, la percepción de la presión del público, la de nuestros familiares, compañeros/as y patrocinadores, por no mencionar las propias expectativas personales.

Estos obstáculos no sólo aparecen en momentos definitivos, sino que tenemos que lidiar con ellos antes, durante y después de las competiciones. Ejemplo de estos pensamientos invasivos podrían ser: “Nunca le ganaste anteriormente, esta vez no va a ser diferente” “Es demasiado bueno/a” “Todo está yendo de mal en peor”.

Este estado de tensión y duda puede generar la diferencia entre oro y bronce o entre poder acceder al título de campeón o quedarte a las puertas de la final.

Siendo el apartado mental y emocional tan importante en la actuación de el/la atleta (se dice que hasta un 90%) es importante cuidar este aspecto. Para que durante el partido o la ejecución, y especialmente en esos momentos cruciales, el/la deportista sepa generar un estado en el que predomine la comodidad, el bienestar y la confianza que experimenta en sus mejores entrenamientos o competiciones. De manera que pueda obtener el máximo rendimiento como estratega, y de su habilidad psicomotriz.

Mindfulness, Flow, “The Zone”

En el mundo del entrenamiento de alta competición hace tiempo que encontramos los términos Flow (fluidez) y “The zone” (la zona). A veces hemos escuchado a algún deportista hacer referencia a las “buenas sensaciones”. Estos términos están relacionados con esta expresión.

El estado de Flow descrito por Cziksezentmihalyi (1990) se define como un estado de consciencia en el que la persona está totalmente absorta en sus acciones y experimenta su mente y su cuerpo como una unidad. Este estado se deriva del equilibrio percibido por el/la deportista entre el reto al que se enfrenta y su capacidad para solventarlo. En este estado, estás tan presente que pierdes la noción del tiempo. Experimentas un gran sentido de control y una gran confianza en tu maestría, sabes exactamente lo que necesitas hacer en cada momento y cómo hacerlo a la perfección, imprimiéndole tu estilo personal. Estás disfrutando tanto de tu deporte favorito que todo tu ser está involucrado en su práctica.

Estar en “la zona” se refiere a estar en un estado psicofisiológico óptimo para alcanzar una ejecución excelente. Podemos decir que si estás en “la zona”, eres muy propicio a desarrollar una actuación fluida (Flow).

El estado de Flow y el de Mindfulness comparten atributos y prácticamente se refieren a un mismo estado. Existen muchas investigaciones que han encontrado relaciones claras entre medidas de mindfulness y flow (Bernier, Thienot, Codron, & Fournier, 2009; Pineau, Glass, Kaufman, Tenuta, & Bernal, 2011). Flow está relacionado con autotrascendencia, pero más que una experiencia mística que aparece si tenemos suerte, es un estado psicológico que podemos reconocer y evocar practicando Mindfulness (Aherne, Moran, & Londsdale, 2011; Gardner & Moore, 2004; Kee & Wang, 2008).

Proceso

En épocas pasadas la Psicología del Deporte ha hecho mucho hincapié en el diálogo interno de el/la deportista y la producción de afirmaciones positivas. Hoy en día se está tomando consciencia de que ignorar los pensamientos negativos o tratar de pararlos puede generar un impacto contraproducente: ya que indirectamente los estamos alimentando, haciéndolos más frecuentes o intensos (Hayes, Luoma, Bond, Masuda, & Lillis, 2006; Janelle, 1999; Wegner, 1994). Al mismo tiempo, al tratar de evitarlos o sustituirlos le estamos restando atención a la tarea en juego. Sin embargo, la simple toma de consciencia de la realidad interna e interna y su aceptación, no sólo reduce el flujo de pensamientos, sino que evita que seamos arrastrados por ellos. De manera que obtenemos una actuación más fluida e intuitiva. Al reducir el aspecto intelectual, surge lo espontáneo (la ejecución maestra con la que el/la deportista está familiarizado/a).

Deportistas, equipos y programas

En épocas pasadas la Psicología del Deporte ha hecho mucho hincapié en el diálogo interno de el/la deportista y la producción de afirmaciones positivas. Hoy en día se está tomando consciencia de que ignorar los pensamientos negativos o tratar de pararlos puede generar un impacto contraproducente: ya que indirectamente los estamos alimentando, haciéndolos más frecuentes o intensos (Hayes, Luoma, Bond, Masuda, & Lillis, 2006; Janelle, 1999; Wegner, 1994). Al mismo tiempo, al tratar de evitarlos o sustituirlos le estamos restando atención a la tarea en juego. Sin embargo, la simple toma de consciencia de la realidad interna e interna y su aceptación, no sólo reduce el flujo de pensamientos, sino que evita que seamos arrastrados por ellos. De manera que obtenemos una actuación más fluida e intuitiva. Al reducir el aspecto intelectual, surge lo espontáneo (la ejecución maestra con la que el/la deportista está familiarizado/a).

Beneficios

Algunas de las ventajas que un/a deportista o equipo puede obtener de un entrenamiento en Mindfulness son:

Mayor sensación de felicidad y satisfacción. Generación de emociones positivas y sensaciones placenteras.

Mayor consciencia de las condiciones externas (viento, posición, etc.) e internas (tensión en músculos innecesarios, pensamientos intrusivos, ansiedad…).

Mejorar el enfoque, la concentración y la discriminación de las señales relevantes.

Menor reactividad emocional. Reduce la producción de cortisol (estrés) antes y durante la competición.

Gran fuente de energía interna. Reduce la sensibilidad al dolor. Potencia la resistencia.

Potencia la claridad mental, mejorando la toma de decisiones y la creatividad en el juego.

Fomenta el óptimo funcionamiento físico. Mejor descanso y relajación.

Fomenta la intimidad, la comunicación efectiva y las buenas relaciones entre los compañeros/as de equipo.

Enfoque

Muchas veces el mundo de la competición deportiva puede conllevar que se trate a el/la atleta como un medio para obtener un determinado resultado o premio. No hablo exclusivamente de un sometimiento externo sino del trato que el/la propio/a deportista se inflige. Al fin y al cabo, muchos deportes son considerados como un juego (baloncesto, fútbol, golf, tenis…). Si la competición extrae lo lúdico y placentero, perdemos lo más importante que un deporte puede ofrecernos. De hecho, existe evidencia empírica que sugiere que el disfrute al participar en un deporte es un factor clave en el mantenimiento del éxito deportivo (McCarthy & Jones, 2007; Scanlan, Russell, Beals, & Scanlan, 2003).

La práctica meditativa aporta ética y arraigo en los valores más excelsos del ser humano, los cuales finalmente son los verdaderos motivadores para el/la deportista. Aportando un gran valor no sólo en la pista o el campo de juego, sino en los demás aspectos de la vida.

Asimismo, la base psicoterapéutica que aplicamos en el trabajo grupal, fomenta lo que cualquier equipo pretende: desarrollar una estrecha relación. La sensibilización, la confianza y el apoyo, son subproductos de nuestro entrenamiento en Mindfulness.

Muchas veces el mundo de la competición deportiva puede conllevar que se trate a el/la atleta como un medio para obtener un determinado resultado o premio. No hablo exclusivamente de un sometimiento externo sino del trato que el/la propio/a deportista se inflige. Al fin y al cabo, muchos deportes son considerados como un juego (baloncesto, fútbol, golf, tenis…). Si la competición extrae lo lúdico y placentero, perdemos lo más importante que un deporte puede ofrecernos. De hecho, existe evidencia empírica que sugiere que el disfrute al participar en un deporte es un factor clave en el mantenimiento del éxito deportivo (McCarthy & Jones, 2007; Scanlan, Russell, Beals, & Scanlan, 2003).

La práctica meditativa aporta ética y arraigo en los valores más excelsos del ser humano, los cuales finalmente son los verdaderos motivadores para el/la deportista. Aportando un gran valor no sólo en la pista o el campo de juego, sino en los demás aspectos de la vida.

Asimismo, la base psicoterapéutica que aplicamos en el trabajo grupal, fomenta lo que cualquier equipo pretende: desarrollar una estrecha relación. La sensibilización, la confianza y el apoyo, son subproductos de nuestro entrenamiento en Mindfulness.

Servicios

Nuestro entrenamiento en Mindfulness puede estar enfocado a los/las deportistas, los equipos, entrenadores/as, organizaciones deportivas (federaciones), Escuelas de Alto Rendimiento y personal médico deportivo, ya que es una gran herramienta en los procesos de recuperación de lesiones.

El cometido del curso es que el participante se familiarice con el estado de Consciencia Plena, y sepa evocarlo, adaptándolo a su modalidad deportiva.

Entrenamiento para tu federación, equipo o para ti mismo/a como deportista.

11 + 11 =

Referencias Bibliográficas

Aherne, C., Moran, A.P., & Lonsdale, C. (2011). The effect of mindfulness training on athletes’ flow: An initial investigation. The Sport Psychologist, 25, 177-189.

Baltzell, A., & Akhtar, V. L. V. (2012). Mindfulness Meditation Training for Sport (MMTS) intervention: Impact of MMTS with Division I female athletes. Manuscript submitted for publication.

Bernier, M., Thienot, E., Codron, R., & Fournier, J. F. (2009). Mindfulness and acceptance approaches in sport performance. Journal of Clinical Sport Psychology, 4, 320-333.

Csikszentmihalyi,M. (1990). Flow: The Psychology of Optimal Experience, New York, Harper & Row.

Gardner, F. L., & Moore, Z. E. (2004). A mindfulness-acceptance-commitment-based approach to athletic performance enhancement: Theoretical considerations. Behavior Therapy, 35, 707-723.

Hayes, S.C., Luoma, J.B., Bond, F.W., Masuda, A. and Lillis, J. (2006) Acceptance and Commitment Therapy: Models, Processes and Outcomes. Behavior Research and Therapy, 44, 1-25.

Jackson, S. A. (1996). Toward a conceptual understanding of the flow experience in elite athletes. Research Quarterly for Exercise and Sport, 67 (1), 76-90.

Janelle,C.M. (1999). Ironic mental processes in sport: Implications for Sports Psychologists. The Sports Psychologist, 13 201-220.

Kaufman, K. A., Glass, C. R., & Arnkoff, D. B. (2009). Evaluation of Mindful Sport Performance Enhancement (MSPE): A new approach to promote flow in athletes. Journal of Clinical Sport Psychology, 4, 334-356.

Kee, Y. H., & Wang, C. K. J. (2008). Relationships between mindfulness, flow dispositions and mental skills adoption: A cluster analytic approach. Psychology of Sport and Exercise, 9, 393-411.

McCarthy, P. J. & Jones, M. V. (2007). A qualitative study of sport enjoyment in the sampling years. The Sport Psychologist, 21, 400-416.

Pineau, T. R., Glass, C. R., Kaufman, K. A., Tenuta, C. K. & Bernal, D. R. (2011). Self and team efficacy beliefs of rowers and their relation to mindfulness and flow. American Psychological Association, Washington, DC.

Scanlan, T. K., Russell, D. G., Beals, K. P., & Scanlan, L. A. (2003). Project on Elite Athlete Commitment (PEAK): II. A direct test and expansion of the Sport Commitment Model with elite amateur sportsmen. Journal of Sport & Exercise Psychology, 25, 377-401.

Wegner, D. M. (1994). Ironic processes of mental control. Psychological Review, 101, 34–52. doi:10.1037/0033- 295X.101.1.34